La directiva del Ponteceso, que preside José Manuel Mato, decidió
dar un cambio al equipo y por esa razón Berto Suárez deja el banquillo a un
hombre de la casa, Marco Varela, que venía realizando las funciones de segundo
entrenador en el campeoanto Primera Autonómica.
Los motivos fundamentales fueron la racha negativa de resultados,
que llevan al equipo a estar en la última posición. Con esta decisión pretenden
buscar un revulsivo al equipo.
Para el preparador camariñán, Berto Suárez, esta situación tiene
un motivo: «Esta temporada está siendo muy rara. Nunca pude disponer de la
plantilla que hay, por las graves lesiones de Zalo, Bolón, Josito, Pitu y Mario
en un cambiando de 18 futbolistas, a los que se sumaron David, Mendieta, Carlos
Mato o Pablo Vázquez. Para colmo de males llegó un momento que ni me sentía
entrenador. En la semana acudían seis jugadores a entrenar, las ausencias eran
justificadas, un día y el otro había que anularlo por falta de efectivos para
preparar los partidos».
Berto Suárez no se esconde: «Ya le dije a la directiva en varias
ocasiones que si quería un cambio yo estaba dispuesto a dejar el puesto. Se que
soy capaz de sacar esto adelante, pero, claro está, con la plantilla que hay y
no teniendo que alinear a varios jugadores con molestias y con un banquillo que
solo permitía realizar un cambio».
La situación está así, pero se veía venir: «Las lesiones eran y
son una losa importante en el equipo. La plantilla era corta, pero Mario y Bolón
no jugaron ningún partido, mientras que Josito y Zalo tan solo disputaron 45
minutos. Si a esto añadimos que otros jugadores también tuvieron lesiones que
los apartaron entre una y tres semanas, se llega a esta situación».
Marco Varela asume el reto de cambiar la dinámica. Sobre él
Berto, que lo conoce muy bien, dice: «Espero que tenga la suerte que yo no tuve
y, sobre todo, que pueda recuperar a jugadores para afrontar lo que falta de
campaña. Dejo amigos y eso sí que es importante para mí».
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