viernes, 24 de febrero de 2012

QUE FUE DE ......?




Hoy en QUE FUE DE...? recordamos la figura de un jugador que fue muy castigado por las lesiones pero que al Depor le dio un gran rendimiento como es ADOLFO ALDANA.



Adolfo Aldana Torres nació en San Roque (Cádiz) el 5 de enero de 1966. Interior rápido, solidario y con llegada a gol, se formó en las categorías inferiores del Real Madrid. Tuvo que esperar casi hasta los 22 años para estrenarse en Primera División; pero cuando la oportunidad se presentó en su puerta, lo hizo a lo grande. El joven Adolfo debutó en un derbi frente alBarça, que se saldó con 2-1 para los merengues. El primer paso siempre es el más complicado, así que después todo vino rodado para Aldana. Su nombre se fue haciendo más y más conocido para el Santiago Bernabéu: en tres temporadas y media,fue pieza importante en la consecución de dos Ligas (1989 y 1990), una Copa (1989) y una Supercopa (1990).


A pesar de los títulos, Aldana no estaba del todo cómodo en el Madrid. Míchel era inamovible y apenas compartía con nadie el puesto de interior derecho; y aún encima, en 1991 llegó a Chamartín Luis Enrique. Decidió abandonar el vestuario blanco, y a pesar de que no eran pocos los conjuntos importantes interesados en sus servicios, Aldana eligió a un modesto club recién regresado a Primera, el Deportivo. Muchos no entendieron su decisión en ese momento, pero el tiempo y el fútbol no tardaron en darle la razón. El Dépor se convirtió en Súper con las paradas de Liaño, la elegancia de Djukic, la fuerza de Mauro Silva, los goles de Bebeto y las cabalgadas por las bandas de Fran y Aldana. Carrera tras carrera llegaron los éxitos. El equipo hizo historia aún quedándose a once metros de un sueño imposible; y Adolfo fue llamado por la selección española de Javi Clemente. Debutó con gol (el último de los cinco que le cayeron a Lituania en febrero del 93) y se enfundó la ‘roja’ tres veces más.

Puede que hubiesen sido algunas más si las cosas no se hubiesen torcido al final de esa mágica primera campaña en Riazor. El 23 de mayo de 1993, Aldana sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de la rodilla derecha, gravísima lesión que le dejó en blanco durante toda la 1993/94. Superado el percance, permanecería en la disciplina deportivista dos temporadas más. Aunque fue en esa etapa cuando llegaron los títulos (la Copa y la Supercopa del 95), hay quien cree que Aldana nunca recuperó el nivel de su primer curso en A Coruña. En 1996 firma por el Espanyol con intención de jugar la UEFA, pero su suerte ya había cambiado: las preferencias de los entrenadores, además de otra grave lesión, hacen que apenas juegue en sus dos años como ‘perico’. Adolfo no dudó en dar un paso atrás para coger impulso, firmando por un Segunda como el Mérida; pero tras jugar 25 partidos de la 1998/99, su rodilla dijo basta, y el centrocampista que llegó a toser al mismísimo Míchel colgó las botas, con 33 años y sin hacer ruido.



Sin perder un solo minuto, Aldana inició su formación para convertirse en entrenador profesional. Es licenciado en Educación Física y posee un ‘master’ en gestión y dirección deportiva por la Universidad Complutense de Madrid. Entre el año 2000 y el 2007 entrenó a varios equipos no profesionales (Los Barrios, Tesorillo, Guadiaro y Marbella Paraíso) en categorías que van desde benjamines de fútbol-7 hasta Preferente Sénior. La colaboración con los necesitados a través del fútbol también ha sido otra de las grandes preocupaciones de Aldana desde su retirada, y ha organizado varios partidos benéficos. Desde 2007 ocupa el cargo de seleccionador absoluto del combinado autonómico andaluz; reconociendo sin tapujos que su referencia es Vicente del Bosque, con el que coincidió en el Castilla. “Nos enseñaba y motivaba muy bien. Me gusta el entrenador educado, exigente y que sepa transmitir sus ideas a los jugadores”.

Sólo las lesiones lograron que una carrera que apuntaba a excelente se quedase en buena. Tan importantes fueron en el devenir de su trayectoria que incluso han llegado a manchar, en cierta manera, su relación con el Deportivo. Tras serle concedida la incapacidad permanente total para la práctica del fútbol por el pésimo estado de su rodilla, Aldana denunció aEspanyol, Dépor y hasta a la Liga de Fútbol Profesional. Reclamaba una indemnización de 50.000 euros que la Justicia le denegó en todas sus instancias, desde el Juzgado de lo Social hasta el Tribunal Supremo.


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